...Hay que comerse el mundo, sino el mundo te come...

miércoles, 12 de octubre de 2011

Mi vida sin ti


¿Alguna vez te has sentido la peor persona del mundo? ¿Alguna vez te has mirado al espejo y te has dado asco? ¿Alguna vez has tenido ganas de salir corriendo y desaparecer? ¿Alguna vez has querido olvidar todo y empezar de nuevo? ¿Alguna vez has creído que estabas sola, y que no le importabas a nadie?
Me encuentro sentada sobre la cama, apoyada sobre la pared, e intentado escribir un diario, en el que cuente lo que me pasa cada día, y exprese mis sentimientos, y pueda desahogarme.
Bien, empezaré desde el principio.
Me llamo Estela, mis padres estaban de viaje, en la playa, tumbados sobre la arena, cuando, de repente le entraron unos dolores tremendos en la barriga a mi madre, las primeras contracciones, era de noche, y el cielo estaba estrellado, por suerte había un hospital cerca, llamaron a la ambulancia y no tardó mucho en llegar.
Era increíble, me había adelantado unos meses, y, estuve en la incubadora bastante tiempo, había tenido problemas de pulmón y el corazón me fallaba a veces, tras unos años me recuperé completamente, al parecer el haber nacido prematura me había dañado algunas partes del cuerpo, pero con el tiempo se irían formando al completo, y sería como si nada hubiese pasado. ¡Vaya! Me desvié un poco del tema, lo que quería decir es que me llamaron así en recuerdo de aquel día en el que les cambió la vida.
La verdad es que estoy muy satisfecha con su elección, mi nombre me encanta, de hecho creo que no puede ir mejor conmigo, me refugio a través de mis sueños, al igual que las estrellas se refugian en el cielo.
Mis padres me educaron con mucha paciencia, y sobretodo con mucho amor, cuando cometía algún error me ayudaban a no volver a cometerlo, cuando estaba triste me daban razones por las que sonreír… eran simplemente perfectos.
Les encantaba viajar para conocer y convivir con diferentes culturas, en unos de sus viajes, en Somalia, mientras asistían a una charla que defendía los derechos humanos y denunciaba la situación en la que se encontraba este país, fueron atacados por una secta que se oponía a este tipo de pensamiento, por lo que pusieron varias bombas alrededor del recinto en el que se encontraban, y no hubo ningún superviviente.
Mi vida había cambiado, ya nunca volvería a verlos, nunca tendría su amor, sus consejos… Recuerdo ese día como si fuese ayer, volvía de casa de María y, para mi sorpresa me encontré con mis abuelos y mis tíos en mi casa, estaban muy serios, con una profunda tristeza, con los ojos rojos… silencio, y no sabía lo que pasaba, empezaban pero se paraban, volvían a empezar pero no terminaban de contármelo.
Entonces comprendí lo que había pasado y, sin saber muy bien que hacer salí corriendo hacía mi habitación, no era posible… en ese momento quería dormirme y no despertar nunca. Necesitaba pensar, entender lo que pasaba, era difícil, demasiado difícil como para comprenderlo.
Me fui a vivir con mis abuelos, iba cambiando, una semana con los maternos, y otra con los paternos, todos querían estar conmigo y darme apoyo.
Aún así me llevé meses sin hablar prácticamente nada

He pensado en ir subiendo cada semana lo que escribo, y así ir formando una historia, espero que la disfruteis :) 

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